Tuvimos el privilegio de hablar con la ONG Para la Tierra sobre la naturaleza en Paraguay. Su directora Rebecca Smith, originaria de Escocia, y la responsable de comunicación Olivia Zickgraf comparten con TiME por qué Paraguay y su biodiversidad son importantes.
¿Cómo os presentáis?
Rebecca: Yo soy doctora Rebecca Smith, directora de Fundación Para la Tierra. Soy primatóloga. Estudio los monos, por eso vine a Paraguay. Soy originalmente de Escocia y vivo acá desde hace 11 años. Mi objetivo personal y profesional es la conservación y protección de los monos y de los bosques.
Olivia Zickgraf: Yo me llamo Olivia Zickgraf y soy de Alemania. Estudié psicología con un enfoque en marketing y comunidades. Después de mi Máster vine a Paraguay para trabajar con la Fundación Para la Tierra.
Desde hace un año y medio soy la encargada de marketing y comunicación de la ONG.
¿A nivel la personal, qué momento recordáis de vuestra juventud en el que os disteis cuenta de que la naturaleza estaba en peligro?
Rebecca: Creo que para mí fue cuando ya estaba en Paraguay.
¿Por qué?
Rebecca: Vine acá con la idea de estudiar a los monos.
Quería saber sobre su comportamiento. Durante los primeros 4 años estábamos en una reserva privada en el noreste de Paraguay que se llama Laguna blanca, en el departamento de San Pedro, y ahí casi no quedan bosques.
Es muy difícil ignorar la situación de la naturaleza en Paraguay cuando estás viajando durante horas y horas a través de campos de soja en lugares donde tendría que haber bosques.
¿Para quién es toda esta soja?
Rebecca: Es soja producida para la industria. En el año 2000 fui a llevar varios voluntarios desde Laguna Blanca a la reserva de Maracaibo.
Es un viaje de unas 7 horas y jugamos a ese juego del veo veo, pero durante horas todo era homogéneo. La única cosa que veíamos era soja.
En la zona del bosque Atlántico de Paraguay, ya hemos perdido cerca del 92% de los nuestros bosques por culpa de la producción industrial de soja.
¿Y para ti, Olivia?
Olivia: Cuando estaba en Alemania yo reciclaba, sabía de la importancia de la conservación y de los peligros del cambio climático pero siempre de forma teórica.
Vine aquí y pensaba “vamos a cambiar el mundo”, pero cuando vi los campos de soja y la destrucción del bosque Atlántico me di cuenta de que tenemos que hacer cosas más grandes para proteger la naturaleza.
¿Y como organización, cuál es vuestro vuestra misión?
Rebecca: La misión de nuestra organización es la conservación de los hábitats naturales y de su biodiversidad en Paraguay.
Para conseguir este objetivo, usamos la investigación científica, el trabajo comunitario y la educación ambiental.
¿Qué es lo que hace que Paraguay sea un país tan especial?
Rebecca: Creo que como está en el corazón de América del Sur, tiene una mezcla de hábitat fuera de lo normal. Poca gente piensa en Paraguay para venir a estudiar la biodiversidad o el contexto natural del continente. Es un país por descubrir, lleno de secretos.
También es un sitio que ha sufrido un cambio radical. En el 2000, Paraguay tenía la ratio de desforestación más alta del mundo.
En vuestra página web explicáis que solo quedan un 2% de los bosques originales en el país…
Rebecca: Sí. El problema con la soja está en el bosque Atlántico, en la zona del Chaco, en el norte. En otras zona el problema es la ganadería. La industria del cuero es muy importante aquí, se utiliza para los coches, para Mercedes, BMWs…
También hay incendios, cultivos más pequeños… pero son riesgos mucho menores para los bosques.
A veces la gente culpa a los aborígenes de ello, pero en realidad la gente que caza para que su familia coma o corta algunos árboles para su uso privado no suponen un riesgo relevante.
La industria de la soja y la del cuero son los principales problemas.
¿Cómo funciona vuestro programa para invitar a voluntarios a trabajar con vosotros?
Rebecca: Tenemos un programa de pasantías y uno de voluntarios. Quienes quieran pueden venir aquí para hacer su propia investigación.
Olivia: Tanto los voluntarios como los científicos pueden participar en los proyectos y aprender acerca de las metodologías de investigación científica. Todos nos ayudan con nuestro programa de educación ambiental y en el Museo, donde aprenden cómo exponer y difundir la ciencia.
¿Qué feedback recibís?
Olivia: Están contentos. La mayoría vienen aquí al terminar sus estudios universitarios. Están pensando “qué quiero hacer después con mi vida”.
La gran mayoría quiere trabajar con animales y están buscando un campo de investigación.
Normalmente esta experiencia con nosotros en Paraguay les da una idea de lo que quieren hacer.
Rebecca: Nosotros les ayudamos a publicar su “paper”, y muchos salen de aquí con una buena experiencia personal y con una publicación científica.
Para aprender un poco sobre la realidad de la conservación, a menudo vienen conmigo para a trabajar con las comunidades indígenas en el este de Paraguay, con los guaraní.
Estas comunidades son más bien cerradas y nosotros somos los únicos a quienes dejan entrar a trabajar con ellos.
Es una experiencia profunda para nuestros voluntarios, algo que en Europa o en Estados Unidos no pueden aprender.
¿En qué sentido?
Rebecca: Por ejemplo, no todos los aborígenes tienen la mentalidad de proteger la naturaleza.
En realidad, solo hay un grupo o comunidad indígena en el Amazonas que realmente quiera proteger el bosque. No significa que no lo aprecien, simplemente tienen otras prioridades.
Conocer el mundo real de la conservación de la naturaleza es aprender que no siempre todo es fácil, o blanco o negro.
¿Es un choque cultural?
Rebecca: Creo que es más bien un choque con las expectativas y la idea de la realidad. En nuestra ONG tenemos a muchos voluntarios que salen de la Universidad y llegan con la idea preconcebida de lo que es una persona indígena o qué hace un conservador de la naturaleza. Todo muy occidental.
¿A vosotras también os pasó?
Rebecca: Cuando llegué, vine con la mentalidad de “voy ir a Paraguay y explicarle a la gente que los monos son lindos y que nadie va a querer cortar el bosque”, y obviamente así no es como funciona.
Trabajar con pueblos indígenas es una oportunidad para abrir la mente.
Conocer el mundo real de la conservación de la naturaleza es aprender que no siempre todo es fácil, o blanco o negro.
¿Cómo lo hacéis para mantener al día vuestra colección de papers?
Fomentamos y ofrecemos a nuestros visitantes la posibilidad de publicar en revistas científicas. Creemos que hay muy pocos estudios sobre Paraguay, y por eso hay muchas cosas nuevas que aprender.
Los científicos tiene que juntar datos por al menos 3 meses.
Además de publicar en revistas, también presentan sus estudios en congresos internacionales, y eso ayuda mucho para dar a conocer Paraguay y demostrar que es un sitio que vale la pena para la conservación.
¿Cómo funciona el museo que tenéis?
Rebecca: Nuestro museo es una colección de Historia Natural. Es el segundo más grande en el país. Solo la Colección Nacional en Asunción es más grande que nuestro Museo.
La mayoría de los mamíferos grandes que tenemos en nuestra colección museística los encontramos atropellados en las carreteras.
Es triste cuando vemos una animal atropellado y llevamos su cuerpo a nuestra casa. También tenemos insectos, ranas, lagartijas pequeñas…
Nuestro museo es un patrimonio muy importante de Paraguay.
A nivel de comunicación, ¿qué respuesta recibís por parte de la audiencia en Paraguay?
Olivia: Creo que la respuesta es muy positiva, especialmente en Pilar y en Asunción, así como en el resto de las ciudades grandes de Paraguay. La gente está muy abierta a la conservación y entienden que tenemos el calentamiento global y que hay que cambiar.
En nuestras redes sociales explicamos muchos secretos naturales de Pilar y de Paraguay. También tenemos varios proyectos educativos.
En concreto 5 clubes donde los niños y las niñas se forman sobre la importancia de la biodiversidad. Entre otras cosas, hemos construido un basurero, colectamos basura y ayudamos a la gente a reciclar.
¿Cómo puedo adoptar un mono?
Olivia: ¡Fácil! Entra en nuestra página web e investiga el perfil de los monos. Cada uno tiene su personalidad. Algunos son muy curiosos, otros un poco perezosos… tenemos una historia por cada uno de ellos y puedes pensar cuál de ellos te gusta más.
Rellenas el formulario y lo adoptas. Nosotros nos pondremos en contacto contigo y te iremos mandando fotos sobre cómo le va la vida, su día a día, sus nuevos amigos, su salud, qué características tiene su especia
Olivia: También tenemos monos bebés y ¡puedes darles nombre!.
¿Cómo veis la conexión con This is My Earth?
Rebecca: Nos veo colaborando en el futuro, sí. Nadie piensa en Paraguay, pero mirando la página web de TiME, creo que hay espacio para nuestro proyecto.
Nuestro objetivo a largo plazo es intentar comprar tierras y constituir una reserva natural privada. TiME puede sernos de ayuda.
¿Que qué mensaje final queréis mandar a la comunidad de seguidores/as de This is My Earth?
Rebecca: Quiero dar las gracias a todas las personas que están luchando para la conservación y os invito a conocer y venir a Paraguay.
Rebecca y Olivia: Muchas gracias por vuestro trabajo.